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Sniff -> las alergias acabarán conmigo

Días de 48 horas

Llevo unos días que no paro.

El sábado estuve ayudando a Javier y a Mónica (hermana de mi novia) a hacer las invitaciones de su boda (se casan en mayo). La verdad es que les han quedado muy majas. Se las han currao (o nos las hemos currao, aunque la idea ha sido de ellos). El caso es que estuve todo el sábado en casa de Javier, desde las diez y media de la mañana hasta pasadas las once de la noche. Lo pasamos bien y además nos invitaron a comer y a cenar.

El domingo fue peor. Me tocó trabajar. Nos han cambiado el programa de facturación en el trabajo y había que volver a hacer inventario. Artículo por artículo, contar cuantas unidades había de cada y volverlos a meter en el programa nuevo con su correspondiente código de barras (por fín se deciden a usarlo). Así que estuve pringao desde las nueve de la mañana hasta las once y media de la noche. Los jefes invitaron a comer y a cenar. ¡QUÉ MENOS!

Vamos, que el fin de semana sólo me han visto el pelo en casa para desayunar.

Para colmo, ayer lunes, la jornada parecía que iba a ser normal, pero una compañera me pidió auxilio. Tenía una reunión con unos clientes bastante importantes a última hora de la tarde. Tenía que prepararse la reunión porque el jueves y el viernes había estado de baja. La persona que debía acompañarla le había dado plantón y la pobre estaba muy agobiada. Me tocó enganchar media hora antes para echarle una mano en la preparación, y después ir con ella a la reunión a las ocho y media de la tarde. Menos mal que al final el jefe se estiró y nos acompañó también.

Pues bien, al final ayer acabé plegando a las diez y media de la noche.

Y ya no os cuento la de cosas que haría yo si tuviera algo de tiempo para mí. La de cosas que me gustaría hacer y que no puedo porque no tengo tiempo, como por ejemplo actualizar un poco más a menudo este blog.

¿Por qué no inventan los días de 48 horas?

1 comentario

piripii -

Al paso que vas, batiras el record de no postear nada en un mes...